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Aún con el ajuste del nuevo IPC, las jubilaciones mínimas pierden poder de compra del 16% tras el veto de Milei

Las jubilaciones y pensiones subirán 1,90% en línea con el IPC de julio, pero el veto presidencial a una ley de mejora deja los ingresos más bajos con incrementos reales por debajo de la inflación.

Por Tendencia de noticias

14 ago, 2025 11:25 a. m. Actualizado: 14 ago, 2025 11:25 a. m. AR
Aún con el ajuste del nuevo IPC, las jubilaciones mínimas pierden poder de compra del 16% tras el veto de Milei

En septiembre, los beneficiarios de jubilaciones y pensiones de la ANSES recibirán un ajuste del 1,90%, reflejando la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) de julio, según datos del INDEC. Este incremento, aplicado desde abril de 2024 mediante un decreto de necesidad y urgencia (DNU), responde a la inflación mensual, tras el veto del presidente Javier Milei a una ley que proponía un aumento adicional del 7,2% y la actualización del bono previsional.


El veto presidencial, justificado por la falta de recursos suficientes según el Ejecutivo, impidió que el ingreso mínimo alcanzara los $455.427 (sumando un bono ajustado por inflación de $110.000). En cambio, el haber mínimo bruto pasará de $314.305 a $320.277, y el máximo de $2.114.977 a $2.155.162. Descontando el aporte al PAMI, los valores netos serán de aproximadamente $310.669 y $2.035.460, respectivamente. Para quienes reciben el haber mínimo más el bono de $70.000 —congelado desde marzo de 2024—, el ingreso bruto total será de $390.277 ($380.669 neto), lo que implica un ajuste efectivo del 1,55%, inferior al 1,90% del IPC. Es decir, con el veto de Milei, las jubilaciones mínimas perderían un poder de compra del 16,4%.


La Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC) calculó que las mejoras vetadas, incluyendo aumentos de haberes, bonos, transferencias a cajas provinciales y la reposición de la moratoria previsional, habrían tenido un costo anual del 1,46% del PBI. Aunque la ley proponía fuentes de financiamiento, estas solo cubrirían el 0,39% del PBI, según la OPC, lo que motivó la decisión presidencial.


Otras prestaciones


El ajuste del 1,90% también se aplicará a la Pensión Universal para el Adulto Mayor (PUAM), que pasará de $251.444 a $256.221, alcanzando $326.221 con el bono de $70.000. Las asignaciones no contributivas de la ANSES también se actualizarán en igual proporción. Asimismo, la Asignación Universal por Hijo (AUH) subirá a $115.088 por hijo menor de 18 años y a $374.744 por hijo con discapacidad, aunque el 20% de estos montos se pagará anualmente, sujeto a requisitos sanitarios y educativos. Las asignaciones familiares para trabajadores formales y monotributistas oscilarán entre $12.112 y $57.548, según los ingresos familiares.


En cuanto a los aportes al sistema previsional, la remuneración mínima y máxima para calcular contribuciones a jubilación, obra social y PAMI se ajustarán a $107.869 y $3.505.701, respectivamente, con descuentos de hasta $595.969 para los salarios más altos. Los autónomos también verán actualizados sus aportes, y el valor de cada mes de aporte para completar requisitos jubilatorios será de $31.282, según la ley 27.705.


El aumento acumulado de los haberes entre enero y septiembre llegará al 23,33%, superando levemente la inflación proyectada para el período, según estimaciones económicas. Sin embargo, para los 3 millones de jubilados y pensionados con prestaciones contributivas que no reciben bonos, la suba nominal será mayor, pero su poder adquisitivo sigue afectado por pérdidas previas, especialmente entre 2020 y 2024. La moratoria previsional sigue siendo clave: en el primer semestre de 2025, el 70% de las nuevas jubilaciones se otorgaron a personas que completaron aportes mediante este mecanismo. Mientras tanto, el bono de $70.000, sin ajustes desde hace 18 meses, limita el impacto real de los incrementos para los sectores más vulnerables, en un contexto donde la inflación acumulada reduce significativamente el poder adquisitivo de los jubilados.

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